Aupa!
Hace poco la compañía pornográfica Bel Ami convocó un concurso para hacer un guión para su próxima escena. Sin dudarlo por un momento los miembros del Hunklopedia Team nos pusimos a trabajar como
putas locos para hacer algo creativo y optar al premio (4 DVDs y la realización de la escena). A mi la verdad que los DVDs me dan un poco igual pero que produjeran la escena ya sería una satisfacción personal de la hostia.
Aquí os lo dejo en castellano (versión hecha por mí) y la traducción (hecha por Thor, que lo ha puesto todo muy nice):
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Hi!
A few weeks ago Bel Ami presented in their tumblr account a storyline contest, searching for inspiration for their next scene. Without having any doubt the Hunklopedia Team members started working hard in the storyline. We don't care much about the 4 DVDs they are giving, the most important thing for us is that, if we win, they will film the scene we wrote, this would really be a very satisfying thing for us.
Here you have it in Spanish (written by me) and the English version (Translated by Thor, who has put it very nicely):
El sol se había ocultado tras los
rascacielos de la ciudad mientras todavía seguía trabajando. Se aflojó de nuevo
la corbata que le oprimía el cuello y aporreó el teclado más rápido para acabar
cuanto antes las tareas pendientes. A sus 19 años Adam había conseguido entrar
en una empresa bastante importante y, aunque sólo trabajara de oficinista, el
suelo merecía la pena, con lo que soportaba toda la carga de trabajo que le
imponían.
Tras unos minutos más de agonía
acabó el trabajo de aquél día, cerró el ordenador y tras coger su americana
salió hacia la calle, cruzando los pasillos desiertos del gran edificio. Las
tripas le rugieron mientras bajaba sólo en el ascensor, no había comido nada
desde que había entrado a trabajar, aunque no era la primera vez que aquello
ocurría. Tras salir del edificio se dirigió a la parada del tren, todavía tenía
un buen rato hasta que llegara, con lo que sacó un sándwich de una máquina
expendedora y lo comió mientras esperaba sentado en uno de los bancos del
andén.
Respiró hondo al acabarse aquella
delicia precocinada, aquél era el único momento del día en el que podía
relajarse, el ritmo frenético que llevaba no le permitía tener mucho tiempo
para él. Incluso quedar con gente se había convertido en un sueño utópico
después de entrar a trabajar en aquella empresa. Hacía meses que no disfrutaba
de la compañía de otro hombre, lo que lo había sumido en un estado de
excitación permanente que sólo acabaría cuando deslizara su miembro en el culo
prieto de algún chico que le gustara. Tenía aquellos gustos claros, buscaba
alguien parecido a él. Era delgado de por sí, pero aquél ritmo de trabajo había
hecho que perdiera más peso todavía, con lo que notaba cómo sus abdominales
comenzaban a asomar, la mata de pelo moreno que le cubría la cabeza ayudaba a
disimular un poco la cara de niño que todavía tenía.
Miró hacia la pasarela que
separaba las dos partes de la estación, nunca había nadie a aquellas horas de
la noche. Aquella soledad lo incomodaba, nunca sabía quién podría aparecer de
la nada y asaltarlo, pero aquello, en aquél momento concreto de su vida, le
pareció una buena opción. Un buen asalto es lo que necesitaba. La simple idea
hizo que empezara a notar agitación en su entrepierna; acarició su rabo con la
mano a través del pantalón, consciente de que nadie lo vería y disfrutó de
aquella sensación mientras la sangre comenzaba a acumularse.
Volvió a mirar hacia la pasarela
mientras seguía tocándose, había alguien observándolo en la penumbra. Observo
con cuidado, dejando de acariciarse el miembro por un momento. Pensó que sería
un vigilante de la estación, pero tenía aspecto joven y no vestía uniforme,
sino una fina camiseta de tirantes que dejaba ver sus brazos y parte de su
pecho. Tenía los brazos apoyados sobre la barandilla, como si estuviera
disfrutando de la escena. Adam, sin ningún pudor, continuó con lo suyo mientras
lo miraba fijamente.
El haz de luz que dejó durante un
instante un coche que pasó por detrás de su observador le permitió verlo. Era
rubio y algo más bajo que él, tenía un tatuaje en el cuello. Pudo ver cómo se
llevaba su mano a la entrepierna y pasaba la lengua por sus labios, estaba
claro que estaba disfrutando de la escena. La situación no podía ser mejor, Adam
le hizo un gesto con la mano para que bajara, no podía desaprovechar aquella
oportunidad. Tras unos instantes estaban cara a cara, viendo cómo sus miembros
oprimían su ropa. Adam se levantó del banco y, sin mediar palabra, se dispuso a besarlo en los labios; cuando
estuvieron a punto de hacerlo se escuchó el sonido del tren en la lejanía,
ambos se separaron, sobresaltados, el tren ya estaba tras de sí.
-
Ven conmigo – le dijo Adam mientras le
acariciaba el cuello.
Su observador asintió y juntos
entraron al tren. Apenas había gente en el vagón, con lo que pudieron estar muy
cerca el uno del otro mientras avanzaba hacia su destino. Recorrieron
discretamente sus cuerpos con las manos y se besaron de vez en cuando hasta
llegar a la parada indicada. Una vez ahí no faltó mucho hasta que llegaran a
casa de Adam y cerraran la puerta tras de sí.
Se arrancaron la ropa de camino a
la habitación, mientras se besaban con fuerza. Adam lo empujó sobre la cama, le
quitó los pantalones y se lanzó sobre él, lo besó fuerte de nuevo mientras
aquel desconocido le acariciaba todo el cuerpo. Se besaron largo rato hasta que
Adam comenzó a bajar por su cuello, besando cada parte de su piel hasta llegar
a la entrepierna. Retiró su ropa interior para contemplar su miembro, tras
agarrarlo con la mano comenzó a lamerlo con fuerza, mientras su compañero gemía
y se llevaba las manos a la cabeza.
Tras un rato Adam se quitó la
ropa interior, dejando al descubierto su rabo, duro como una piedra. La mano
del desconocido acarició su glande, mientras Adam todavía seguía a lo suyo e
introducía sus dedos en el ano parcialmente dilatado del chico que le estaba
alegrando la noche. Lo masajeó con cuidado hasta que posó sus labios sobre él y
comenzó a lamerlo, no hizo falta mucho trabajo para abrirlo por completo, tras
aquello cogió un condón y lubricante de su mesa de noche y se abrió paso a
través de él, mientras ambos gemían de placer.
Follaron en todo tipo de
posturas, pero como más disfrutaron ambos es cuando su acompañante se sentó
sobre su rabo, cara a cara. Mientras se deslizaba arriba y abajo pudieron besarse
y mirarse fijamente, mirar cómo
disfrutaba y cómo el estrés de tantos días se desvanecía en poco tiempo. Su
acompañante ya no aguantó más y se corrió sobre el pecho de Adam mientras
todavía seguía en su interior. Adam continuó empujando hasta que llegó el
momento de descargar, en ese momento salió de su interior, se quitó el
preservativo y se sentó a horcajadas sobre su cuello. Se masturbó con fuerza
mientras lo agarraba del pelo, después soltó una generosa dosis de leche sobre
la cara de su acompañante. Tras retirársela de los ojos lo besó en la boca.
Aquél fue el momento que había
esperado durante tanto tiempo, y, si las cosas eran favorables, volvería a
repetirlo muy pronto.
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The sun had already set behind the skyscrapers of the city when he was working. He loosened his tie a little and continued to type faster to finish the remaining tasks he had.By the time Adam was 19 he had already got a job in an important firm even if he just worked as an office clerk. His salary was way better than what he could have imagined so he put up with all the work he was given.
After a few minutes of hard work he finished and shut down the computer. He took his coat and went out through all the empty hallways of that big building. He realised he was hungry while in the lift; he didn’t have anything to eat since he started working. That was not the first time though. He headed towards the train station; he had to wait quite a while for the next train so he took a sandwich from a vending machine he found in the station. He ate it all while he was waiting on a bench of the platform.
Adam took a deep breath after eating what he felt it was the most delicious thing ever due to his hunger. After tossing the recipient of the sandwich he wore his headphones to listen to his favourite singer. Then, he realised that was the only moment of the entire day he could loosen up a bit and relax from the frenetic rhythm he had to follow daily. He didn’t have time for himself or other people, so it was really difficult for him to have a social life since he started that job. Months had gone by since the last time he didn’t feel the contact of a body next to him. He was all the time imagining the perfect hot guy ready for action. Just the thought of that wish made him be in an eternal excitement that only would be eased when he slipped his hard cock into the tight ass of a guy he fancied. He knew what type of guy he desired the most, somebody like him. He was thin, but his work had made him lose weight even more. His abs were more visible than ever so he was feeling really good about his body. His hair was dark and long which made him look a little older.
He had a glance at the walkway that separated both platforms of the station. It was always empty at that time of the night. That emptiness and loneliness used to make him uncomfortable, not knowing who could be there to assault him. In that moment the idea of a hot guy assaulting him didn’t feel that bad at all; it was actually what he needed. The simple thought of that made him feel something growing in his pants; he touched his dick on the jeans he was wearing, aware that nobody would see him. He was enjoying the moment while his dick was getting bigger and bigger.
He had a glance at the walkway again while he was touching himself. He could see someone staring at him in the dark. He tried to guess who that person was leaving his hand on the bench. He thought it was the security guard of the station, but he looked young and he wore no uniform, just a thin t-shirt that allowed his shoulders, arms and part of his chest to be seen. Adam, with no shyness, continued touching himself while staring at the guy in the dark.
For a moment, the light of a car made the stranger visible. He was blonde and a little shorter than Adam. He had a tattoo on his neck. Suddenly, Adam saw how the stranger’s hand got down into his trousers while licking his own lips as a sign of enjoyment. The situation was perfect, so Adam made a sign with the hand for him to approach him. That was an opportunity he could not waste.
A few seconds later the two guys were face to face, feeling how their pants were going to explode. Adam stood up from the bench and without saying a word he made the move and tried to kiss his soft lips. When Adam’s lips where about to touch the stranger’s they both startled with the sound of the train entering the station. They split immediately trying to pretend nothing happened as someone might have seen them.
- Come with me – Adam told the blonde stranger while caressing his neck.
The stranger nodded and both got into the train. The train was nearly empty so they could sit together, close from each other, almost feeling the heartbeat of one another. They looked over the other’s body and kissed from time to time. When they reached their destination, Adam took the blonde guy into his apartment closing the door behind them.
They took each other’s clothes off while getting to the bedroom and they kissed passionately. Adam pushed him to the bed, took his trousers off and jumped on top of him. He kissed him even more passionately while touching all his body. He went downwards, first stopping at the neck and licking it; secondly at his nipples, sucking them and biting them softly; thirdly his firm belly and finally he arrived at the spot he most wanted to see. He took his underwear off and saw the stranger’s dick. He took it and started stroking and rubbing it against his bulge. A few minutes after, he took his dick into his mouth and started licking and sucking it softly. He noticed how the body of his partner started relaxing while he moaned more as he started sucking harder.
After a while, Adam took his own underwear off leaving his rock-hard cock for the blonde stranger to see. The hand of his partner caressed his glans while Adam touched the blonde’s ass and introduced softly a finger in the partially dilated anus. He massaged it with care until he got down and licked it. He felt his partner really turned on, so he took a condoms and lube from the bedside table. A few seconds later he was inside the stranger, both moaning and feeling each other’s body.
They fucked in different positions but the one that really turned them on so much was when Adam lied down in the bed and his partner got on top of him, moving upwards and downwards while looking at each other’s faces. They could kiss while in that position, looking at how the pleasure took over them and how the stress of those long hard-working days vanished. The blonde stranger couldn’t hold it longer and shot his load all over Adam while he was still inside him. Adam kept on pushing until his turn to cum came. He took his cock out, took the condom off and the blonde stranger got next to his hard dick. He jerked off fast as he was grabbing his blonde hair till he exploded and came on his face. They stood still for a few seconds enjoying the moment. After cleaning himself, the stranger approached Adam and kissed his lips.
That was the moment he had been waiting for a long time and was hoping to do it all over again very soon.