
La calle estaba abarrotada. Una gran cantidad de gente cruzaba la avenida aprovechando la llegada de los primeros rayos de sol del verano, la brisa veraniega hacía más agradable el estar sentado en aquél banco alejado de la multitud. Tomó otra cucharada de la tarrina de helado que sostenía en la mano antes de ponerse en marcha de nuevo.
Miró el mensaje del móvil que le acababa de llegar para confirmar el lugar de encuentro con sus amigos y se dirigió...