New Beginning

 La cuenta atrás del reloj que marcaba el fin del año había llegado a cero hacía bastante tiempo. Había sido un año interesante, repleto de nuevas experiencias y nuevos romances, uno de los cuales se había convertido en algo más. Todo el mundo celebraba el comienzo del año nuevo, ya fuera con la familia o con los amigos, o con gente que no conocía de nada, en los diferentes puntos de la ciudad.

Aquél año había optado por pasar aquél momento tan especial con su familia. La comida, los dulces y los licores abarrotaban todavía la mesa, mientras los últimos rezagados se apresuraban para llegar a sus citas con los amigos y conocidos. Él también se apresuró para prepararse, había quedado con unos amigos para disfrutar de la primera noche del año. No era el plan que hubiera querido, solo quería verlo a él, pero no iba a quedarse de brazos cruzados en una fecha tan señalada como aquella.

Habían pasado mucho tiempo sin verse, no conseguían quedar a pesar de vivir en la misma ciudad. 

Tampoco lo habían hecho desde hacía meses, lo echaba mucho de menos. Todos sus pensamientos por las noches, cuando se metía entre las sábanas,  eran para él. Soñaba que por fin estaban solos en la misma habitación, amándose como sólo ellos sabían.

Se vistió para la ocasión, con la camisa nueva, traje y corbata. Toda su familia abandonó la casa cuando todavía estaba preparándose, pensó en la buena ocasión que sería aquella para sacar provecho de la ausencia de su familia, pero aquella no iba a ser su noche. Su opinión cambió en el momento en el que abrió la puerta para salir a la calle.

Ahí estaba él, apoyado sobre el marco de la puerta, con el pelo repeinado, vestido con su traje de noche, con la camisa entreabierta y una rosa entre las manos. “Feliz año nuevo” fue lo único que dijo aquella primera noche del año, antes de que lo cogiera entre sus brazos y lo besara. Poco después cerraron la puerta tras de ellos.

Si todo lo que ocurriera a partir de entonces fuera como aquella noche, sería sin duda un año mágico.