Run ~ Hunklopedia

martes, 9 de abril de 2013

Run

Volvió a despertarse de repente en mitad de la noche. Con el cuerpo cubierto de sudor y el corazón palpitando a ritmo frenético tomó la primera bocanada de aire nada más salir del trance en el que se encontraba.

Los fantasmas del pasado seguían acosándolo en sueños, aquellos recuerdos tan lejanos que trataba de olvidar, recuerdos de cosas de las que se arrepentía profundamente de haber hecho y viejas heridas que todavía seguían abiertas, muy abiertas. Fijó una vez más la vista en el techo tratando de serenarse; debía poner fin a aquello, cerrar las heridas de golpe, y sólo se le ocurría una forma de hacerlo: huir, huir muy lejos y empezar de nuevo.

Aquella misma noche comenzó a recoger las pocas cosas que poseía, todavía sin tener muy claro a donde ir ni a quién ni a qué recurrir. Encontró su fotografía mientras preparaba todo, el retrato de la persona que odiaba y amaba a partes iguales. Recordó perfectamente el momento en el que se conocieron, todo surgió tan rápido que cuando se quiso dar cuenta ya estaba tumbado desnudo en su cama, observando cómo separaba lentamente sus nalgas y entraba en su interior, haciéndole sentir cosas que jamas había sentido antes. 

Pero todo aquello había acabado en el mismo momento que se separaron, cuando aquella persona no quiso volver a saber nada de él, después de tanto tiempo soñando con estar juntos, después de causarle tanto dolor, después de dar un vuelco a su vida para peor. Se deshizo de la fotografía y continuó con los preparativos, esperando dejar aquel fantasma que le perseguía en el olvido para siempre.

Con la luz del siguiente amanecer se dirigió al aeropuerto, cargado con todo el equipaje que pudo llevar encima, y tomó el primer avión que salía del país. No sabía con certeza donde acabaría, pero sabía que aquella era la única manera de seguir adelante.

En cuanto el avión despegó se aferró a la esperanza de una vida mejor, lejos de todos los problemas que le atormentaban, lejos de aquellos fantasmas que le perseguían. Las nubes comenzaron a envolver al avión en cuanto dejó caer su cabeza en el reposacabezas del asiento y cerró los ojos. Fue la primera vez en meses que consiguió dormir sin soñar con él.


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente relato. Corto, interesante y muy bien contado.

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