“Los dos estaban tranquilamente tumbados en el sofá, el uno
se apoyó sobre el pecho del otro mientras veían aquella película. Se besaron
primero despacio y luego más fuerte, pronto la película dejó de importarles, la
acción de verdad estaba ante sus ojos. Se desprendieron de la ropa que llevaban
y comenzaron a rodar su propia película”.
¿No os ha pasado alguna vez? Así comienza todo, amigos.
Cuando la cosa se calienta hacemos de todo: que si te chupo un pezón, que si
bajo más hacia tu entrepierna, te la chupo… pasamos a la cama… y follamos como
locos.
Esto es lo que pasa normalmente en todos los encuentros
entre dos tíos, sobre todo en el porno gay. Vemos constantemente a chulazos
follar como auténticas máquinas: Activos destrozando culos, pasivos recibiendo
dos pollas en su culo a la vez, versátiles en medio haciendo el trenecito… y
nosotros, ilusos, pensamos que podemos hacer lo mismo. Pero no amigos, la vida
no es tan fácil, y menos en este aspecto tan íntimo.
En esta nueva sección de la Hunklopedia os enseñaré una
serie de reglas y consejos que os
ayudarán a preparar, explorar y mejorar vuestra experiencia sexual, orientado a
las relaciones chico-chico, lo siento señoritas, sois todo un misterio para mí:
“La vida no es una película porno”
“Si no preparas, no disfrutas”
“Culito limpio, culito feliz”
“Si no dilatas esto no funciona”
“Si no lubricas esto no funciona”
“Los nervios son malos”
“El tamaño importa”
La primera de todas las reglas, y la más importante, es la
siguiente:
“La vida no es una película porno”
Efectivamente, caballeros. Todos hemos intentado imitar a
nuestros ídolos del porno (en el caso de la gente a la que le guste, este es un
país libre) y muchos nos hemos dado cuenta de la primera regla por las malas.
Ejemplo: Intento metérsela a mi ligue de una noche y no hay
manera de que entre a pesar de tenerla como una piedra.
La primera cosa que se nos viene a la cabeza es “¡Pero si en
el vídeo que vi se la mete a la primera!” ó “Esto en el porno no pasa”. Craso error. Detrás de todos esos
vídeos que tanto nos ponen hay una preparación impresionante por parte de los
participantes (sobre todo los pasivos) y otros trucos algo más cuestionables de
los que os hablaré más adelante. La primera regla se confirma, la vida no es
una peli porno y nunca lo será (salvo que seas una máquina y encuentres a un
compañero que también lo sea, ahí lo dejo).
La preparación es una etapa muy importante a realizar antes
del acto sepsual (sí, sepsual, que sexual queda muy formal), sobre todo por
parte de quien va a recibir el rabo del otro. Esto nos lleva a la segunda
regla:
“Si no preparas, no disfrutas”
En el siguiente capítulo de la Sexopedia hablaremos de los
métodos de preparación antes y durante el acto. Hasta entonces… limitaros a
hacer mamadas.
Saludetes y hasta el próximo post.
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