"Las cosas no iban muy bien en la vida de Jeff. El estrés por acabar los estudios cuanto antes, la presión de su familia sobre él y los fantasmas del pasado no le dejaban enfocarse en lo realmente importante. Sólo su tabla de surf y las olas conseguían hacerle olvidar por unas horas todo por lo que estaba pasando en esos momentos. Aquella mañana había amanecido nublada, las nubes cubrían el cielo como un velo de sombras. Era un día perfecto para romper las olas, y no pensaba desperdiciarlo. Cogió su tabla y bañador y bajó a la playa en coche. Su cala favorita estaba vacía, como de costumbre, pocas personas la conocían. Era un buen lugar para pensar mientras flotaba sobre la tabla, sin ningún pensamiento rondándole por la cabeza. Era todo un espectáculo verlo sobre la tabla, un espectáculo que nadie estaba observando, se sentía vivo en aquel momento. Vivo y libre. El tiempo pasó muy rápido mientras estaba rompiendo las olas, tan rápido que se le hizo la hora de volver a casa.
Volvió al coche para dejar su equipo cuando se encontró con él. Jamás lo había visto antes, pero, por alguna extraña razón, le resultaba familiar. Estaba descargando su tabla del coche. El bañador que llevaba le estilizaba la figura del trasero, su cuerpo musculado parecía una ilusión, en cuanto cruzó una mirada inesperada se perdió en aquellos ojos verdes.
Se saludaron con la mano, pero Jeff no fue capaz de mediar palabra con él. Volvió a casa a ocuparse de todos los asuntos pendientes que todavía tenía.
No podía quitárselo de la cabeza, no podía dejar de pensar en aquellos ojos verdes. ¿Quién era? ¿Lo volvería a ver algún día?. Al día siguiente volvió a su cala, no había nadie. Desilusionado, pero no por ello desanimado, volvió a surcar las olas como él sabía. Aunque esta vez si que había alguien observando el espectáculo que estaba dando, sin que Jeff se diera cuenta él lo observaba desde la orilla, sentado en la arena. En cuanto Jeff terminó lo vio, vio aquellos ojos verdes clavados en él. Sonrojado, salió del agua y apunto estuvo de pasar de largo del espectador si no le hubiera dirigido la palabra: "Eres bueno" - le dijo. Jeff se sonrojó aún más. No podía articular palabra delante de semejante hombre, pero tenía que intentarlo. Dejó escapar un tímido "Gracias", provocando una sonrisa de ensueño en su espectador. "Me llamo Dylan" - dijo su espectador, aún sonriendo - "¿Y tú?". "Jeff". Poco después las palabras fluyeron como nunca. Se sentó a su lado en la orilla y comenzaron a hablar.
Tenían bastante en común, más de lo que habría tenido en común con nadie. No tardaron en hacerse amigos. Aquella tarde quedaron para tomar algo en un bar cercano a la ciudad. Ninguno despegaba la mirada de los ojos del otro mientras tomaban aquella cerveza en compañía. Aquellos ojos les inspiraban muchos sentimientos, Jeff podía ver que había sufrido también, que buscaba a alguien que compartiera con el la mala racha que le afligía. Las rodillas le temblaban, no estaba acostumbrado a abrirse tan rápido a una persona, la experiencia le demostró que podía ser malo hacerlo a la ligera. Pero Dylan, en cuanto sentía aquellos nervios por su parte, cambiaba de tema de conversación, tranquilizándolo, y los nervios desaparecían
Tal vez el alcohol habló por ellos en aquella ocasión pero decidieron tomar la última copa en casa. Dylan lo llevo a su casa, junto al mar. Ahí, tumbados en el sofá tomaron la última copa. Siguieron hablando animados hasta acabarla. Fue entonces cuando volvieron a cruzar la mirada, y no la volvieron a apartar hasta que sus labios se juntaron en un beso.
La pasión del momento no les dio opción, subieron a la habitación mientras se besaban y se quitaban la ropa. Una vez en la cama, ambos desnudos y sudando, se besaron de nuevo, con más fuerza todavía, y hicieron el amor apasionadamente. Dylan abrió de piernas a Jeff y lo penetró, haciéndole sentir el mayor placer que había sentido en su vida.
Ambos amanecieron juntos aquella vez, abrazados el uno al otro. Se sentían muy bien en aquella cama, asi que disfrutaron del momento mientras pudieron. Se despidieron con un beso cuando llegó el momento. Aquella misma tarde volvieron a quedar para ir a la playa, esta vez irían juntos. Cuando pusieron los pies sobre la arena Dylan agarró la mano de Jeff, ambos sonrieron y siguieron avanzando. Iba a ser el comienzo de un gran amor.
La pasión del momento no les dio opción, subieron a la habitación mientras se besaban y se quitaban la ropa. Una vez en la cama, ambos desnudos y sudando, se besaron de nuevo, con más fuerza todavía, y hicieron el amor apasionadamente. Dylan abrió de piernas a Jeff y lo penetró, haciéndole sentir el mayor placer que había sentido en su vida.
Ambos amanecieron juntos aquella vez, abrazados el uno al otro. Se sentían muy bien en aquella cama, asi que disfrutaron del momento mientras pudieron. Se despidieron con un beso cuando llegó el momento. Aquella misma tarde volvieron a quedar para ir a la playa, esta vez irían juntos. Cuando pusieron los pies sobre la arena Dylan agarró la mano de Jeff, ambos sonrieron y siguieron avanzando. Iba a ser el comienzo de un gran amor.
*.. Translate this post in the traductor below if you want ..*
0 comentarios:
Publicar un comentario